Pertenezco a ese tipo de personas que tomamos incansablemente notas en cuadernos. Debo tener cerca de la veintena de cuadernos y agendas llenos de notas, algunos de impresiones y detalles a manera de un diario y la mayoría de apuntes tomados en archivos y bibliotecas, para utilizar en obras históricas que estaba o estoy escribiendo o que me propongo escribir; también hay anotaciones tomadas en conferencias o entrevistas o al salir de ellas; más de una vez tomo notas a semioscuras donde estoy oyendo a un académico, novelista o experto. No puedo leer, ni hablar por teléfono o en un café sin tener a mano un bolígrafo y unas hojas de papel. No tengo ordenados ni clasificados esos cuadernos e infinitas hojas y hojitas de papel con anotaciones y pocas veces tienen fecha.
De ellas me he servido para las que van a continuación.
Escuchándole, porque sería muy pretencioso que titulara ?Mis conversaciones con Perón? y más aun que las escribieras con vistas a un libro, que nunca haré, aunque mas de una vez me han pedido y propuesto que hiciera.
Esta nota debe ser de principios del año 1966, de una de mis visitas a la quinta 17 de octubre en Puerta de Hierro.
Nunca escuché hablar a Perón de ciertos asuntos o temas, tales como su participación en el golpe de Uriburu, su primera esposa o su actuación como agregado militar en Chile; tampoco de su niñez, aunque en ciertas ocasiones intenté llevarle a ese terreno contándole que mis abuelos habían conocido a su madre en Roque Pérez. Y solo una vez recordó las jornadas del golpe de 1955.
Gamboita me habló a fines de agosto de que tenía informaciones de ciertos preparativos y movimientos sospechosos en Córdoba y otros lugares ( Perón se refería asi cariñosamente a Miguel Angel Gamboa, jefe de la Policia Federal) por lo que sugería tomar medidas, pero Lucero ( el general Franklin Lucero, ministro de la Guerra ) me dijo No pasa nada, mi general y no se adoptó ninguna medida. El 16 de septiembre de acuerdo con lo que me informaba Gamboa ordené reprimir cualquier alteración del orden que pudiera producirse en Córdoba, pero aquella noche Lonardi ocupó la Escuela de Artillería de Córdoba y atacó a la Escuela de Infantería que estaba enfrente. Me despertaron a las tres de la madrugada para decírmelo.
A eso de las 9 de la mañana supe que la guarnición aérea cordobesa se había unido a los rebeldes, que se buscaba a Videla Balaguer, que Lagos se unido a lo alzado en San Luis. Apenas una hora después, que se había sublevado la base naval de Rio Santiago, y que Aramburu y el coronel Señorans tras intentar hacer lo mismo en Gualeguaychú se dirigían a Curuzú Cuatiá. Decreté el estado de sitio en toda la República. Por la tarde la infantería leal atacó Rio Santiago apoyada por la aviación, combatiendose en los alrededores de la base.
El 18 los rebeldes ocupaban Córdoba y la Flota bloqueaba los puertos del sur y el 19 por la mañana Rojas con cinco barcos bombardeaba la refinería de YPF en Mar del Plata y amenazaba con bombardear Buenos Aires. Supe que alguien del ministerio de Interior dio órdenes para abrir los arsenales y entregar armas a la CGT y las Unidades Básicas ( se refiere a los obreros y militantes justicialistas) y que en Santa Fé y Santa Rosa empezaban a hacerlo. La idea de una guerra civil y el recuerdo de la España pobre y devastada que conocí a fines de 1936, de que viviéramos una similar destrucción y matanzas me angustiaron. Entonces decidí retirarme, dejando la situación en manos del Ejército, no para que se produjera tal enfrentamiento, sino para que se negociara una salida.
El 20 una junta presidida por los generales Molina y Lucero se entrevistaron con Rojas y Uranga y a bordo del ?17 de octubre? entregaron el poder.
El doctor Chavez, embajador del Paraguay, me había ofrecido sus servicios por carta una semana antes, por lo que decidí recurrir a su ayuda. El 20 por la mañana, temprano, abandoné la Residencia llevandome un par de valijas de mano con lo necesario y unos cuantos papeles. Me despedí de mi sobrino Antonio, hijo de mi hermano Mario Avelino ( Antonio Perón era cadete en el Liceo Militar y llevaba un corto tiempo viviendo en la residencia presidencial), del personal y de la guardia formada en el jardín, subiéndome a un auto con Renner, Cialceta y Zambrano. Llovía fuerte. (El mayor Alfredo Mario Renner era su secretario privado de Perón desde dos años antes ; el mayor Ignacio Cialceta su edecan y Zambrano el jefe de su custodia )
Me reuní con el embajador Chávez en su residencia, quien me propuso que me trasladara a una cañonera que estaba en el puerto desde hacia tres meses para reparaciones mientras él gestionaba el asilo y salvoconducto. Es una nave de guerra que ofrece las garantías de seguridad que no tengo en mi casa, me dijo. En el auto del embajador nos dirigimos al Puerto Nuevo seguidos del otro en que iban Renner y Cialceta. Llegamos a la Dársena D, donde estaba amarrada la cañonera. La niebla lo cubría todo. Ordené a Renner que volviera a la residencia y me trajera un poco de dinero y el retrato de Eva, que tenía sobre la mesa de luz. Renner volvió y lo invité a que se quedara conmigo, pero contestó ?Mi vida es limpia y clara y aun sabiendo que van a arrestarme y quien sabe qué mas por haber sido fiel con Ud, me vuelvo a c asa, con mi familia?. Nos despedimos a mediodía.
El 2 de octubre partí para Asunción en un hidroavión Catalina. El río estaba agitado y tuvimos que esperar a que se calmase un poco el viento. El avión enfiló mar adentro y al cabo de dos kilómetros despegó. Sobrevolamos Buenos Aires y a pesar de la niebla pude reconocer la Casa de Gobierno, el Congreso y otros edificios. Dije hasta luego a la Argentina, no adios.
José López Rega tenía una oficina en un edificio de la Gran Via esquina a la calle de la Salud. No me citó allí, donde se reunía con su gente, los que lo llamaban Daniel, Villone, Vanni, Ferreira, que era la sede de Termun S.A. y que era además donde tenía sus libros de Astrología, sus perfumes y tónicos milagrosos y donde escribía sus cartas y sus colaboraciones que se publicaban en ?Las Bases?- organo doctrinario y ofical del Justicialismo - y ?Consumo Popular? ? financiada por la Comisaria de Abastecimientos de Madrid. Me citó en la otra esquina, la de José Antonio y Chinchilla, en el fondo del Zahara sabiendo que era el café en el que yo me reunía con dirigentes gremiales y políticos argentinos.
seguirá
Entre viejos papeles que estoy revisando para colgar en esta web encontré un cuaderno de tapas descoloridas que en un tiempo fueron azules y páginas amarillentas, con un manuscrito de letra familiar y característica de los alumnos de una escuela normal argentina. Pensé titularlo ?El manuscrito hallado en El Escorial?, pero lo descarté porque no es como la novela gótica de Jan Potocki , publicada en 1804, Le manuscrit trouvè à Saragosse , sino una treintena de páginas de un diario de 28 jornadas de marzo de 1939, que concluye bruscamente, cuatro días antes de finalizar la última de las guerras civiles españolas. Decidí finalmente darle un título que pensé era más atractivo, La batalla de Madrid, en la que enfrentaron durante una semana de aquel mes dos bandos republicanos, y añadí una firma.
Escritos 12-II-2010
Entre viejos papeles que estoy revisando para colgar en esta web encontré un cuaderno de tapas descoloridas que en un tiempo fueron azules y
Recientemente se ha celebrado en Davos el forum económico mundial, dedicado este año a “repensar, rediseñar y reconstruir el mundo”. En los cuatro días de reuniones no se ha alcanzado el objetivo, pero si se ha llegado a conclusiones sorprendentes.
Primera conclusión: Varias de las principales naciones – los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, España y otros países europeos - siguen devastados a consecuencia del ciclón financiero y económico que sacudió al mundo hace quince meses, pero otras naciones se han recuperado como si nada hubiera pasado o estuviera pasando – Brasil, China, la India y otros países asiáticos-.
En el año 2009 las tres cuartas partes del crecimiento mundial se han realizado entre Bombay y Shangai. En el año 1990, China, la India, Indonesia y Corea del Sur juntas eran menos ricas que Italia. Hoy, - veinte años después – una sola de esas naciones, China, sobrepasa a Alemania y los otros tres países juntos pesan tanto como Francia. El gobierno de la India espera que su economía crezca este año un 9 %, el ritmo al que ha venido haciéndolo en la última década. El año 2009 la India tuvo un crecimiento del 7 %, mientras que Francia, Alemania, la Gran Bretaña y los Estados Unidos no llegaron al 1 %. Nada digamos de España, que no creció, sino que vio hundirse su economía en un - 3,5 % . En la industria las cifras hindúes son todavía mas impresionantes. En Nueva Delhi o en Calcuta ( y lo mismo pasa en Rio de Janeiro ) el crecimiento es de un 20 % anual.
Larry Summers, consejero del presidente Barak Obama lo ha resumido diciendo : “ El acontecimiento más importante de este cuarto de siglo no será ni la crisis financiera ni la caída del muro de Berlín sino el enriquecimiento extremadamente rápido de una parte del mundo, China, India, Corea del Sur, Indonesia, Brasil.
Occidente felicita oficialmente a las elites asiáticas y brasileñas por su dinamismo, al tiempo que se lamentan la lentitud de los dirigentes norteamericanos y europeos. Signo de que la crisis no ha terminado : Strauss Kahn, director general del Fondo Monetario Internacional, juzga que es prematuro hablar de la reactivación económica de los Estados Unidos y Europa y que los déficits públicos amenazan con crear serios problemas, porque el hundimiento del sistema financiero se ha evitado al precio de un endeudamiento público de dimensiones excepcionales al haberse destinado a tal fin el 25 % del PIB de esas naciones de uno y otro lado del Atlántico.
Otra de las conclusiones a las que se ha llegado en Davos es que el presidente de los Estados Unidos ha decidido cabalgar solo para alcanzar a las liebres asiáticas y Brasil. Obama está traumatizado por la grave situación de la clase media: el 20 % de los norteamericanos de edades comprendidas entre los 25 y los 54 años están sin trabajo y decidido a devolver la confianza a esa clase media empieza a dedicarle sus esfuerzos. Que el resto del mundo espere. “Nuestra capacidad para cumplir las obligaciones mundiales dependerá de nuestra capacidad para satisfacer primero las necesidades de nuestros ciudadanos”, ha dicho su consejero Larry Summers. Algo semejante a lo que hizo el presidente Bush padre. “La vida de los norteamericanos no es negociable”.
Empantanada los déficits de Grecia y España, semiparalizada por la falta de visión y de voluntad política, la Unión Europea, que debería jugar en estos momentos una carta, no cuenta. Diez años después de haberse comprometido a ser la economía mas competitiva del mundo…en el 2010, Europa no tiene peso político ni económico.
El jefe del gobierno español, Rodríguez Zapatero que soñaba pasar a la historia gracias a la presidencia de la Unión Europea que debe ejercer en este primer semestre del año, acaba de recibir un portazo en su nariz por parte de Obama, que ha anunciado que no tiene tiempo para venir un día- un solo día – a Madrid para reunirse con los presidentes de los 27 países de la Unión Europea. En cambio viajará en este semestre a media docena de países asiáticos y Australia. Obama se ha dado cuenta que los Estados Unidos está perdiendo la carrera frente a China y que si sigue a paso de tortuga frente a la liebre china, dentro de un cuarto de siglo China será la primera potencia económica del mundo, y los Estados Unidos perderán la corona imperial que tienen desde hace un siglo.
¿Y Argentina?, me preguntará Ud, amigo lector si ha tenido la paciencia de seguirme hasta ahora. Argentina, - que se decía en 1925 que sería una de las primeras potencias del mundo en el siglo XXI, es una hormiga. Los argentinos que creen que el Departamento de Estado o la Casa Blanca van a hacer algo para ayudar a que finalice la tragicomedia en que vive nuestro país, chapoteando entre la corrupción, la prepotencia, la violencia, el narcotráfico, los discursos vacíos y la falta de visión histórica y global de nuestra clase dirigente, están muy equivocados. Obama no va a dedicar ni un minuto a Argentina, pase lo que pase. Nos tendremos que arreglar solos y para eso debemos acabar con las peleas de conventillo, hacer juntos grandes esfuerzos renunciando a los individualismos suicidas, para salir de la larga crisis que ha hecho perder posiciones en el mundo. El ejemplo lo tenemos al lado: Brasil.
La Mañana 6-I-2010
El presidente del gobierno español, señor Rodríguez Zapatero, tiene algo de mago que saca de su sombrero de copa cada día un chiche nuevo para “entretener al personal”, como se dice en Madrid, “para la gilada” que se dice – o se decía – en Argentina. Rodríguez Zapatero juega con las palabras, como acostumbran a hacer los políticos de todo el mundo. Un ejemplo, la economía española - al igual que sucedió en Argentina a causa del corralito - no solo no ha crecido nada en el año que acaba de terminar, sino que ha decrecido : el índice del Producto Interno Bruto de la nación ha sido de -1,5, pero presidente y sus colaboradores dice que ha tenido “un crecimiento negativo del 1,5 %”.La última expresión que se ha sacado del sombrero de copa es la “economia sostenible” y de la “sostenabilidad económica”. Nadie sabe qué es, qué significa pero todo el mundo lo repite y los partidarios del presidente esperan que será un producto milagroso, un plan económico mediante el que se acabarán todos los problemas.
Ya verán ustedes que dentro de poco habrá algun político argentino que prometerá como Zapatero un plan de “sostenabilidad economica” . Nuestros políticos copian siempre de los españoles algunas medidas y sobre todo algunas palabras “mágicas”. ¿Cuántas veces han oido ustedes repetir que los problemas del pais se pueden resolver con un “Pacto de la Moncloa" ?. El citado pacto fue un acuerdo transitorio – como todos los acuerdos de los políticos – por el cual los dirigentes de los partidos acordaron a fines de los años 70 unas medidas para salir de la crisis económica que padecía el pais. Desde entonces ha llovido mucho y España ha sufrido un par de crisis, la de 1992 y la que empezó a fines del 2007 y está muy lejos de haber tocado fondo. Anadie se le ocurre aqui decir que habria que poner en marcha de nuevo el Plan de la Moncloa ; los empresarios, los sindicatos y los expertos economicos saben que el 2010 será peor que el pasado. Todos menos el gobierno, que dice que mediado el año “empezaremos a estar mejor gracias al plan de sostenibilidad” que se está elaborando.
Los politicos y periodistas argentinos copian de los españoles, del mismo modo que los españoles copian de los franceses. Ya ven que no hay nada nuevo bajo el sol, ni acá ni allá. Deberiamos saltarnos la etapa intermedia y copiar directamente a los franceses, que con Sarkozy no les va del todo mal: han terminado el año con un crecimiento del 2 %.
Pero yo no tenía intención de hablarles de política, sino de palabras y expresiones que emplean mal los políticos y empleamos mal los periodistas. Por ejemplo se dice que “las tropas norteamericanas en Afganistán se encuentran el ojo del huracán”, para decir en el momento peor de la guerra que empezó hace ocho años. Mal dicho, ya que el ojo del huracán se origina cuando la evaporación del agua del mar da lugar a un espacio sin nubes y a una sorprendente calma. Todo lo contrario de como se emplea.
El sexo ha dejado de ser el tabú que era en los tiempos de nuestros padres.; basta ver la televisión y escuchar la radio para comprobarlo. Pero ha sido sustituido por otros tabúes. Nadie puede decir que “mi tía está enferma de cáncer” (esa enfermedad es innombrable) y - al menos en España – nadie se muere, sino que fallece. A causa de un ataque terrorista, o de una inundación o de un accidente, hubo por ejemplo, cuatro fallecidos, jamás se dirá muertos. “Al entrar los bomberos los dos estaban fallecidos”, leo hoy en un titular de prensa. Incluso he escuchado que habría que cambiar el párrafo del Credo que dijo : “fue crucificado, muerto y sepultado” y decir “fue crucificado, fallecido y sepultado” ( ¿y por qué no incinerado que es lo que ahora se lleva?).
Cuando queremos nombrar a una persona que denota capacidad para ejercer una accion al verbo correspondiente hay que añadirle la partícula ente . A la persona que preside se le llama presidente, pero no presidenta; a la que canta, cantante; a la que padece, paciente; a la que dirige, dirigente ; a la que ataca atacante; porque es independiente del género. El mal empleo de esas y otras palabras, no son “cosas que sólo pasan en éste pais” – estará quizás pensando Ud. - , sino tambien en España, cuna del idioma que hablamos.
Hay profesiones en las que está admitido el masculino y el femenino, o su doble significación: médica es la esposa del médico o la mujer que ejerce la Medicina; abogada es la esposa del abogado o la que ejerce la Abogacía, pero periodista no es la esposa del periodisto.
Giorgio Macri nació en 1898 en Polistena (Reggio Calabria). Hijo de una familia de acomodados terratenientes locales inició sus actividades como titular de la concesión administrativa del servicio postal de la ciudad. Hizo estudios universitarios y trabajó como periodista. Luego, cuando Mussolini creó Cinecittá escribió guiones.
Para entonces estaba ya casado con Lea, hija de Galileo Garbini, que fue ministro de Obras Públicas de Mussolini y en 1930 habian tenido a Franco, el primogénito, nacido en Roma.
Durante la década de los 30 Giorgio fue un importante constructor en Italia y mas tarde amplio sus intereses a compañías en Libia y Abisinia, ocupada por Mussolini.
Lea se divorció en 1936 y Franco fue enviado a vivir con sus abuelos en Calabria e hizo su enseñanza primaria en Tivoli partir de 1937 hasta los 13 años que volvió a Roma junto a Giorgio, su padre e inicio sus estudios secundarios con los jesuitas.
A la caída de Mussolini Giorgio creó con otros el Frente del Uomo Qualumque, un partido liberal por el que votaron antiguos simpatizantes fascistas, que consiguió 36 escaños en el Parlamento y obtuvo el 5 % de los votos en las elecciones constituyentes de 1946.
Giorgio, como tantos otros miles de italianos, que se encontraban incómodos en su país o habían perdido las posiciones económico-políticas que gozaron con el fascismo, - como por ejemplo Vittorio Mussolini, hijo del dictador, emigró a Argentina en 1948.Franco, que se sintió solo en una pensión en Roma decidió reunirse con su padre y lo hizo al año siguiente, 1949, llegando a Buenos Aires acompañado de sus hermanos María Pia, que tenía 16 y Antonio, Tonino, 14.
Sus primeros años en Argentina o al menos los que fueron decisivos para Franco transcurrieron en Tandil, donde murió Giorgio, que disponía de ciertos capitales, había reiniciado sus negocios, base del imperio creado luego por Franco y Mauricio.
Franco se casó en 1958 con Alicia Blanco Villegas, de una familia tandileña, de la que tuvo cuatro hijos: Mauricio, nacido en 1959, Sandra, Gianfranco y Mariano. Su hermano Tonino echó también allí sus raíces económicas y familiares.
Giorgio murió en Tandil en 1971. Mauricio tenía entonces 12 años y había querido y admirado a su abuelo; no así a Lea, que reapareció, pero por la que nunca tuvo el menor afecto, al igual que su padre Franco.
A fines de octubre de 2016 publiqué en “La Nueva Provincia” la siguiente nota, que viene a ser una especie de anexo a la que se difundió en los diarios iberoamericanos cuando yo me iniciaba en el periodismo y enviaba semanalmente una “Crónica de las Artes y las Letras”. He aqui el texto:
Se ha presentado en Madrid la novela “Oscuro sendero”, de la que me habló Elena Fortún cuando la entrevisté, con el compromiso de guardar reserva a lo que entonces no era sino un borrador. “Quien sabe si algun día se publicará esto que aun es un borrador”. La protagonista, María Luisa, es “una niña especial”, una “niña rara”, poco femenina. Que en su adolescencia tiene claro que no debe unirse con ningún hombre, porque no la hará feliz, no colmará sus sueños y fantasías. Y sin embargo por la presión social se casa con un hombre de apariencia sensible que una vez contraído matrimonio es tan macho y autoritario como los demás, que espera que ella atienda la casa, no le lleve jamás la contraria y se preste a sus desahogos sexuales. María Luisa conoce a otras mujeres tan “diferentes”, tan “raras” como ella misma, lo que le hace descubrir un deseo reprimido pero presente desde su infancia, la atracción al mismo sexo. Una historia triste, de la que solo me lee una frase: “A veces, cuando voy por la calle y veo mi sombra en el suelo y pienso que así me veré siempre, sola”.
Durante el par de horas que hablamos de Buenos Aires, donde vivió casi una década con su marido y sus hijos. En esos años coincidió en la capital federal con dos amigas suyas, Clara Campoamor y María Lejárraga, esposa de Martínez Sierra. También con Francisco Ayala, Alejandro Casona, Rosa Chacel, Manuel de Falla “y otros muchos escritores, políticos, músicos y actores, porque siempre se dice que México fue el refugio de la intelectualidad, exiliada, pero Argentina no le iba atrás”, me dijo. Ella estaba casada con Eusebio de Gorbea, un militar, que durante la guerra civil sirvió al Ejército Republicano en Barcelona mientras su hijo Luis lo hacía en las milicias comunistas de Albacete. A finales de la guerra civil la familia se reunió en Francia desde donde viajó a Buenos Aires donde llegaron a fines de 1939.
Elena Fortún volvió a escribir y con “Celia madrecita” reanudó l serie iniciada en 1928 y que para entonces llevaba publicados ya 12 libros. En 1944 se publicó en Argentina “Celia institutriz en América” y “Celia en la revolución”, obras que no pudieron aparecer entonces en España a causa de la censura.
En abril de 1948 Elena volvió a España, a gestionar sus otras obras y regularizar la situación político-militar de su marido, al que se le reconoció el grado de comandante que tenía cuando se jubiló. Preparaba ya reunirse con su esposo cuando éste se suicidó en Buenos Aires en diciembre de aquel año. Con ese motivo regresó urgentemente a Argentina, encontrándose con su hijo Luis que viva en los Estados Unidos.
La literatura le salvó de lo que podría haber sido una depresión publicando media docena de libros más de la serie de Celia. Inicialmente se estableció en Barcelona, donde tuvo una enfermedad pulmonar de la que no se restableció del todo. Pasó a Madrid, donde la entrevisté y murió en mayo de 1952.
Como he dicho “Celia en la Revolución” se escribió y publicó en Buenos Aires, pero solo se reeditó en España en Aguilar, en 1987. Es una obra que no ha tenido la atención e importancia que merecía. La censura oficial franquista primero y otros intereses políticos después han procurado que sea imposible encontrar algún ejemplar de esa novela, en la que la ironía y la ternura de unen a escenas desgarradoras de aquellos tres años trágicos de enfrentamiento entre españoles, muchas veces movidos e instrumentalizados por potencias extranjeras de uno y otro bando. Como todas sus obras tiene referencias autobiográficas. Ella pasó el trágico enfrentamiento en Madrid mientras su marido, ya jubilado, se había reincorporado al Ejército en Barcelona, donde dirigió la Escuela Automovilística de Aviación estaba en Albacete en uno de los regimientos comunistas de aquel centro sede de las Brigadas Internacionales. En “Celia en la Revolución”, encontramos los diálogos chispeantes y vivos de las otras obras de la saga, y podemos escuchar las voces de los niños, las madres, y los hombres del pueblo año de aquellos tres años dramáticos y del Madrid de los evacuados, el hambre, los fusilamientos, el frio de los inviernos sin leña o carbón para calentarse y de los veranos asfixiantes, la suciedad, las bombas, las sirenas, el odio, el miedo, la solidaridad, las separaciones y conflictos familiares. Celia vive con un padre republicano y un primo falangista y no sabe quién de los dos tiene razón.
Todas las novelas de Elena Fortun tienen bases autobiográficas y por supuesto también “Oscuro sendero”. En momento alguno se menciona al lesbianismo y menos el nombre de la escritora y grafóloga Matilde Ros. Ella y Elena se habían conocido en 1928 en la revista Blanco y Negro, donde ambas colaboraban, una como grafóloga y la otra con las historias de Celia, su hermano Cuchifritín. La relación se prolongó hasta la guerra civil.
“Perdí a mi hijo menor cuando tenía diez años, mi marido se suicidó y lo mismo ha hecho mi otro hijo. Estoy sola. Solo me queda el consuelo que me da la fe de mi juventud, olvidada durante muchos años en los que fui una entusiasta de la Escuela teosófica”.
Así nos despedimos. Lo cuento ahora casi medio siglo después de aquel encuentro.
Jorge Abelardo Ramos perteneció a una criolla tradición de pensadores que eran a la vez políticos y escritores y que la medianía de la “democracia colonial” –para utilizar un concepto acuñado por el Colorado- consideran, erróneamente, anacrónica y agotada. Como tantos jóvenes de su generación devoré sus dos libros fundamentales “Revolución y Contrarrevolución en la Argentina” e “Historia de la Nación Latinoamericana” , convirtiendo sus tesis históricas y políticas fundamentales, en las décadas posteriores, casi en un lugar común del pensamiento político argentino.
Posiblemente, el primer tomo de su “Revolución y Contrarrevolució”, llamado “Las Masas y las Lanzas” esté llamado a ser un clásico de semejante, por su altura literaria al “Facundo” de Sarmiento, o “Una excursión a los indios ranqueles” de Mansilla
Todo lo que Ramos ha escrito, desde sus artículos periodísticos, que son, hasta sus trabajos de más largo aliento, están escritos con la misma pasión fundacional, con el mismo deseo de construir una Patria a la altura de sus compatriotas y de sus sueños.
El Colorado puso patas arribas la herencia intelectual de Carlos Marx. Donde el adocenamiento marxista de la época –con sus socialistas, comunistas y trotskistas- veía atraso, Ramos veía el verdadero y sólido camino al progreso histórico. Dónde aquellos, haciendo abuso de sus categorías, veían barbarie, Ramos veía el fundamento de una civilización real y sustentable. Donde la subordinación al pensamiento dominante veía una ruptura con la negra herencia hispánica, Ramos veía la continuidad con las aspiraciones revolucionarias peninsulares. Donde la admiración de siervos a Gran Bretaña veía el peso de la tradición católica y española, Ramos veía la formidable capacidad de cohesión que la religión y la lengua tenían para enfrentar al imperialismo inglés y
protestante. Donde la ceguera eurocentrista veía naciones, Ramos veía fragmentos desarticulados de una inmensa nación a construir.
Para llevar adelante esta tarea debió combatir encarnizadamente el aislamiento y desprecio que el establishment político e ideológico de la Argentina colonial impuso a su herejía,Ramos empleó su pluma,su singular talento y a su inagotable capacidad polémica.
Eran épocas de una insoportable soledad. Sostener al régimen instaurado con la movilización obrera y popular del 17 de Octubre y a su conductor, el general Juan Domingo Perón, desde la tradición de la Comuna de París de 1871, la Revolución Rusa de 1917, la Oposición de Izquierda a la dictadura burocrática de José Stalin era colocarse frente al pensamiento políticamente correcto . Ver en Perón a un jefe bonapartista –rescatando una categoría que sólo aparece en la correspondencia Marx-Engels- en lugar de un demagógico dictador fascista, nazi o “nipo-nazi-falanjo-peronista” como macarrónicamente trató de definirlo Victorio Codovila, requería entrar al debate pateando puertas, llevándose por delante, sin falsos respetos, la totalidad de la estructura dominante de pensamiento, lanzarse a un combate en todos los frentes y contra todos los enemigos, simultáneamente. Un cerebro privilegiado, una voluntad de acero y un enorme talento bajar al ruedo , y, por supuesto, no garantizaban la victoria. Esta sólo sería el resultado de que las ideas se convirtiesen en fuerza material encarnando políticamente en las nuevas generaciones de trabajadores, peones de campo, estudiantes, militares, profesionales y maestros. Y esa fue la tarea sobre la que volcó toda su actividad intelectual y literaria. Sus trabajos, con toda la erudición de que hacen gala, con el aparato crítico con que están sostenidos, con el novedoso y antidogmático uso de las categorías e interpretaciones marxistas, no fueron escritos para la esterilidad de la academia o la obtención de subsidios universitarios. Fueron escritos como herramienta de una vasta y compleja actividad política que significaba generar los cuadros militantes necesarios para la constitución de un amplio movimiento popular que, con sus propias banderas socialistas, aportase a la causa común de la liberación nacional o la acaudillase, si caían las banderas iniciales.
La unidad latinoamericana, la reconstrucción de la Patria Grande, fue el otro objetivo central de su vida y su actividad intelectual. También en esto fue un profeta. Mucho ha tenido que sufrir mi Patria,, para que la idea y el sentimiento de pertenencia a la mancomunidad latinoamericana, a la herencia hispánica en el Nuevo Mundo, se haya convertido, por fin, en punto de partida para un nuevo renacimiento.
En 1950, la idea de que formábamos parte de una unidad inconclusa con Ecuador o con Paraguay podía ser considerado un delirio obsesivo. El conjunto de las fuerzas políticas, a excepción de Perón y un grupo de allegados, entendían el sistema de relaciones entre nuestros países del continente del mismo modo que el que se establecía entre el Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica y los Países Bajos, entre nacionalidades distintas, entre estados definitivamente constituidos y cuyas fronteras eran producto de siglos de guerras y diplomacia. Tan sólo Juan Domingo Perón, desde la cúspide del estado argentino –y sin ser muy comprendido por sus propios seguidores- y Jorge Abelardo Ramos, un joven de 30 años, sin títulos universitarios,, sostenían con firmeza y convicción el objetivo estratégico de la unificación de nuestras pequeñas patrias. Su afirmación “Fuimos argentinos,
porque fracasamos en ser latinoamericanos” puso en negro sobre blanco el drama de nuestra fragmentación y el norte de nuestra historia.
A lo largo de cincuenta años formó a miles de compatriotas en este pensamiento. Recorrió varias veces el país y explicó su punto de vista en conferencias universitarias, en reuniones de militantes, en charlas personales –su magnetismo personal era irresistible- en artículos en la prensa partidaria, en notas de la prensa comercial –en una época en que ya no era posible silenciarlo-, en folletos y en libros. . Sería sorprendente saber la cantidad de diputados, senadores, gobernadores, ministros y funcionarios de la actualidad que han abrevado en sus obras o lo han acompañado en parte del camino.
Su última gran batalla fue la Guerra de Malvinas. Dice el poeta romano Horacio que
“Dulce y honroso es morir por la Patria:
/ la muerte persigue al hombre que huye
/ y no perdona de una juventud cobarde
/ ni las rodillas ni la
temerosa espalda”.
Ramos vio en la Guerra de Malvinas lo que vio el conjunto del pueblo argentino, sin necesidad de frecuentar a Horacio: la inesperada posibilidad de romper militarmente con el bloque imperialista anglo norteamericano y arrancar a las Fuerzas Armadas argentinas de su sujeción ideológica a éste, reintroduciendo en ellas el viejo espíritu sanmartiniano, el de los ejércitos de la Independencia. El nombre de Jorge Abelardo Ramos y sus libros entraron en los casinos de oficiales, su convincente palabra pudo alternar con jóvenes oficiales que por primera vez enfrentaban con las armas –y quizás sin tener mucha conciencia de ello- al enemigo histórico de los argentinos. Y si la influencia del imperialismo
En las últimas palabras de su conferencia en Rimini, Italia, se condensa este emocionante mandato para nuestra generación:
“Una gran época define su carácter por el tamaño de las empresas que son capaces de concebir sus contemporáneos. Hemos brindado tolerancia -impuesta o inducida- durante cuatro siglos. Ahora necesitamos cincuenta o cien años de conflicto. Conflicto político, cultural, económico, para unir a la gran Patria disgregada.. Con la realización de ese magno objetivo, transformaremos una historia pasiva en historia creadora. La utopía se trocara en acto. Y llamaremos pumas, los soberbios pumas, a los leones calvos de la leyenda europea”.
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Transcribo esta anotación en recuerdo y homenaje a uno de los hombres de mi generación que más influyeron entre mis veinte y noventa años.
Conocí a Eduardo Galeano a mediados de los ’60, cuando él era jefe de redacción del semanario Marcha de Montevideo
“Las venas abiertas de América Latina” fue el segundo contacto que tuve con él y al leerlo y compartí los dolores y esperanzas de un continente, nuestra “Patria Americana”. Fue un texto que me marcó como a tantos de mi generación. No digo que fuera por su estilo literario, - un tono ensayístico que se alejaba del tradicional de la izquierda - sino por la visión intensa de nuestra América en un periodo histórico muy destacado de nuestro continente. En esa obra , desde Montevideo pensó en la complejidad de esa época
Después vivió la experiencia del exilio. Primero en la Argentina, donde fue parte de una aventura que tuvo a la revista Crisis en el centro. Después, en España donde revisó la historia de nuestra América en años de oscuridad y dictaduras continentales, dándonos una visión estremecedora y comprensible del hemisferio, que me impactó como a tantos otros.
Eduardo fue un consecuente un hombre de izquierda, que vivió apegado tradiciones desde la guerra civil española hasta la Revolución Cubana; pero, por sobre todo, fue un hombre sensible siempre atento a la denuncia de todos los dolores de la humanidad.
Recuerdo un día incierto de marzo de 1973, que pasamos juntos en Buenos Aires. Fue uno de los periodistas cruciales y decisivos de mi formación al abrirme las puertas de un mundo más ancho que el que yo imaginaba. Era un indignado permanente frente a las injusticias, las humillaciones de un sistema basado en la desigualdad extrema. Sin una sola muletilla, sin un solo cliché, y eso es un símbolo de convicciones muy profundas, además del placer inconmensurable que es charlar con alguien que habla así. Llevaba esos papelitos donde anotaba todo cuanto le era de interés. Los tenía en los bolsillos del pantalón, arrugados. Papelitos de servilleta de bar, de libretas, de cualquier cosa. . En esos papelitos estaba la sensibilidad social de Galeano. Y su capacidad de observación y el talento. Frases cortas. Una vez escuché decir que sus palabras eran como cuchillo. Fue un escritor de imágenes y sonidos, cuyos textos leía yo como pocos.
Me gustaba que escribiera a mano con un lápiz de punta muy afilada. . Me regaló alguna de las libretas, que lamentablemente he perdido o esta en el fondo de algunas de mis cajas de recortes. en las que escribía. Lo hacía en libretitas chicas con plumas de punta muy finita.
. Desde la izquierda, fue un tipo que nunca traicionó sus convicciones Con el tiempo cambió varios de sus puntos de vista para lograr ver más lejos sin traicionar ninguno de sus principios. Supo entender, que el mismo sistema de injusticia que aniquila futuros y esperanzas es el que destroza la vida en todas sus formas y dimensiones Una evolución que en mayor o menor medida hemos seguido todos.
Tenía las manos pequeñas
Le agradezco su fidelidad a la lectura de mi web. Respondiendo a su pregunta pienso que en efecto sería interesante un trabajo sobre el sexo en el boom Latinoamericano, es fenómeno literario que nos hizo pasar tantas horas inolvidables y felices en los años 60 y 70 sobre todo.
En la literatura vanguardista de sus más destacados autores, uno de los rasgos que lo definen es la subversión ética desde la estética. Pienso en Guillermo Cabrera Infante y Tres Tristes Tigres, que leí en 1968, y que es uno de los radicales transgresores por la turbamulta de sensaciones, la noche y la sexualidad. El sexo en Mario Vargas Llosa en La ciudad y los perros, es yo diría que mas burgués; el de Julio Cortázar en Rayuela, más lúdico y lírico, el de Gabriel García Márquez en Cien años de soledad lo llama ría “mas bíblico”- pienso en El Cantar de los Cantares-; el de José Donoso en El obsceno pájaro de la noche , mas morboso, el de Carlos Fuentes en La muerte de Artemio Cruz mas cinéfilo; el de Alfredo Bryce Echenique en Un mundo para Julius más melancólico.
Podríamos seguir la lista con Ernesto Sábato, Alejo Carpentier, Jorge Icaza, Roa Bastos, Miguel Ángel Asturias, Juan Rulfo y no digamos en Manuel Puig, todos los cuales se encuadran en el boom Latinoamericano. Un tema estupendo para trabajar, un libro que resultaría apasionante y divertido. Animo. Ud. es joven. Yo ya no tengo tiempo y capacidad para abordar esa tarea.
Uno de los libros que más me han interesado del año que termina es Campos de Sangre, de la socióloga Karem Armstrong, a la que pude ver y escuchar en sus breves palabras cuando recibió el premio de la Princesa de Asturias de las Ciencias Sociales. La Sociología me ha interesado desde mi juventud y - en la distancia pienso que me habría gustado esa carrera en lugar de la de Ciencias Políticas. Mi amigo ya de aquellos tiempos, Juan Linz ( Storch de Gracia , añadíamos cuando lo tuve por compañero y conocí a su madre ) fue quien despertó en mi esa pasión. Y entre las ramas de la Sociología una de las dos o tres que me han atraído – ha sido siempre Sociología Religiosa, de la que Karen Amstrong es hoy una de las especialistas mas destacadas.
He aquí algunos párrafos subrayados de su lectura, donde dice que un grupo de psiquiatras entrevistó a los quinientos largos centenares de prisioneros detenidos en Guantánamo “ y se encontraron con que solo el veinte por ciento de los detenidos habían tenido una buena o aceptable formación musulmana. El resto eran nuevos conversos o incluso autodidactas. Los jóvenes que habían dejado el Reino Unido para luchar en las filas yihaidistas tenían como casi única o exclusiva formación religiosa un libro titulado Islam for dummies, lo que da una idea de cual era la dimensión de su compromiso religioso”.
“Los psiquiatras que interrogaron a los prisioneros en Guantanamo dice que los motivos que los llevaron a combatir en las filas yihaidistas eran la ausencia de sentido de sus vidas, el sentirse rechazados por la sociedad o los regímenes árabes sostenidos por Occidente”.
Y en otra página decía Karen Armstrong que la empresa Gallup “realizo una gran encuesta después de los atentados del 11 S en treinta y cinco países musulmanes según la cual el 95 por ciento de los encuestados condenó los ataques citando el Corán que dice que matar a una sola persona equivale a matar a toda la humanidad, mientras que apoyaban los atentados por motivos de tipo político”. La socióloga añade que “Bin Laden repitió siempre que los agravios políticos que motivaron los atentados del 11 S ( Torres Gemelas y Pentágono ) eran Palestina, la ingerencia occidental en el Oriente Próximo y su oposición al régimen saudí”. No hablaba de motivos religiosos.
“Para el Islam la guerra es solo por razones de autodefensa – añade en otro párrafo -. La mayoría de los líderes del Daesh son generales que servían al régimen de Sadam Hussein, secularista y socialista. Un rehén francés de los yihaidistas dice que sus captores jamás hablaban de religión y más aun, no tenían el Coran. Algo semejante se dice en la revista Foreign Policy, que añade que no atendían a las llamadas de oración de los imanes.
Mi amigo Pedro Martínez Seiquer ha cumplido los 99 año y está escribiendo su autobiografía para su dejarla como recuerdo a su familia.”Todos mis proyectos, mis trabajos, mis épocas, los he vivido con igual entusiasmo; éste también”, me dice. Su biografía la inicia en julio de 1936, cuando tenía 17 años. Acababa de terminar el bachillerato e iba a estudiar Derecho. Yo, que voy entrando rápidamente en la niebla del Alzheimer envidio su extraordinaria memoria, el que sea capaz de recordar detalles mínimos .
Nos conocimos en 1978, cuando fue nombrado representante de Le Monde Diplomatique en su edición en español y entró en el Club Internacional de Prensa. El hecho de que viviera en su juventud nueve años en Argentina, su conocimiento del mundo árabe , su interés por Francia, su cultura y economía, a la que estaba muy unido, sentó las bases de nuestra amistad. Luego en 1995, cuando creó la revista trimestral bilingüe español-francés, Diálogo Mediterráneo, y yo estaba terminando una etapa de mi vida e iniciaba otra, nuestros encuentros y largas charlas se multiplicaron.
A los dos nos había atraído el periodismo desde nuestra juventud. Mi primer periódico, a los 13 años, era un semanario de dos páginas escritas a mano, con ilustraciones de mi amigo Pedro Herrero. Tuvo una periodicidad semanal durante un curso. Lo colgábamos en la puerta de la escuela. Pedro terminó el bachillerato en junio de 1936 siendo delegado de prensa de su curso y gran parte de su vida la ha hecho creando, colaborando o representando diarios económicos: como , N.Y. Herald Tribune, Financial Times, revista del Marche Comun, boletines de información para hombres de negocios y finalmente Diálogo Mediterráneo. Pedro en el mundo de los negocios se movía como pez en el agua.
Quiero transcribir aquí las ocho primeras páginas de su autobiografía. Ahora que se habla tanto de la memoria histórica vale la pena escuchar lo que nos cuenta Pedro “el memorioso”, como hubiera podido decir Borges. Las palabras o frases en cursivas de estas ocho páginas son mías, no de él, porque me ha parecido necesario precisar detalles de algo que es innecesario para su familia, a la que va destinada la autobiografía.
Empieza así:
“Yo había sido delegado de prensa de los alumnos del último curso de bachillerato del Instituto Velázquez, donde me dio clase el gran poeta Gerardo Diego, tenía 17 años y trabajaba en las Líneas Aéreas Postales Españolas Encargadas del servicio aeropostal. Al iniciarse la guerra civil disponía de 18 aviones que cubrían la red peninsular (Madrid-Sevilla, Barcelona Valencia) la red del Norte de Africa ( Las Palmas, Tenerife, Larache y Cabo Juby ) y la europea ( Londres, Lisboa, Paris y Berlín)
. El día 17 de julio estaba yo en la oficina de la LAPE preparando la documentación del vuelo del día siguiente 18, justamente. Conmigo únicamente quedaba un ordenanza que tenía que cerrar al irme yo. En esto apareció el presidente de la compañía, el comandante de aviación ,Carlos Nuñez Mazas, un hombre de confianza del gobierno del Frente Popular, y me pidió que hiciera una serie de llamadas, pues la telefonista se había ya marchado. Empezó a decirme nombres de los pilotos y miembros de la tripulación de la compañía, ordenándoles se concentrasen lo más rápido posible en el aeródromo de Barajas. pero al mencionar yo alguno de los nombres me decía “a ese no”. Sabía o temía que podrían estar en el golpe que acababa de producirse. La actuación de Carlos Núñez permitió que los aviones y gran parte de la tripulación permanecieran fieles al gobierno del Frente Popular. La compañía LAPE dejó de existir el 1 de abril de 1939, en el momento de concluir la guerra civil
Al llegar a casa y contarle a mi padre como había concluido la jornada, me dijo “Es que ya está”.´ Se refería en concreto: a la sublevación de la que se llevaba muchos días hablando en la tertulia del Círculo de Bellas, Artes a la que asistían los generales Valera y Queipo de Llano, quienes decían que “tenía que pasar algo”.
Al día siguiente saltó la noticia de la rebelión contra el gobierno en los diarios y radios . Yo acudí a la oficina como siempre, ese y los dos días siguientes y entonces me ordenaron que me tomase unas vacaciones indefinidas. En casa estaba trabajando como au pair una chica alemana llamada Gerda, que asustada de lo que estaba pasando se volvió a su país ese mismo día, el 20
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. Mi hermana Fefa ( María Josefa, la mayor de los cinco hermanos ) estaba en Murcia, en casa de la tía Marita,( Seiquer, hermana de Elisa, la madre de Pedro) su familia y la de la tia Teresa . Estaban muy atemorizadas: el tio Ángel (médico Angel Romero,(casado con María Seiquer Gayá, médico, presidente de Acción Popular), había seguido yendo al hospital como de costumbre hasta un día en que habló con el gobernador civil y Adolfo Silvan y le pidió que le permitiese dormir en la oficina porque se sabía estrechamente vigilado y en peligro . Pasados unos días al levantarse se encontró que no podía salir de la habitación porque la puerta cerrada. Un tribunal popular lo iba a juzgar como colaborador de los insurgentes.
La provincia de Murcis se había mantenido leal al Gobierno. En la capital el 6º Regimiento de Artillería Ligera estuvo acuartelado los días 17, 18 y 19 de juli; las milicias obreras acordonaron el cuartel de Artillería y se hicieron con el control de la ciudad. En Lorca, las milicias rodearon el cuartel de la Guardia Civil y detuvieron a los líderes locales de Falange. En Cartagena, la oficialidad de la base naval se había sublevado pero la marinería reaccionó deteniendo y ejecutando a un número importante de los oficiales. La Base Aeronaval de San Javier se sumó a la sublevación permaneciendo inactiva, pero el 19 de julio se había rendido sin apenas hacer resistencia. El gobernador civil, Sr. Silván, intervino a los periódicos que eran desafectos al gobierno pidió a los murcianos calma. "Es necesario sobre todas las cosas una cordura que lleve la confianza a todos. Ni una huelga y ni siquiera el más pequeño movimiento que pueda entorpecer la acción pacificadora de la autoridad…Que en fábricas y talleres se vea trabajar a todo el mundo es el modo más eficaz de combatir a los enemigos del Régimen
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Yo viajé a Murcia para traerme a mi hermana Fefa, y reunirnos en Madrid toda la familia, padres y hermanos
El ministro de Justicia era Mariano Ruiz Funes, amigo de toda la vida de la familia, vivía en la misma casa que nosotros, en el mismo rellano de la escalera. Mi madre acompañada de Fefa fue a verle y pedirle resolviera a favor de su cuñado Ángel. Ruiz Funes le contestó que era un jurado popular y que no podía hacer nada; mi madre le pegó una bofetada. Mi padre, amigo de Indalecio Prieto ministro de la Guerra del gobierno, le dijo que pidió que por telegrama petición de indulto de Ángel que estaba detenido desde el 15 de agosto. Prieto la respondió que lo haría y lo hizo, pero el telegrama no se lo entregaron a los miembros del tribunal popular ni al director de la cárcel. Lo fusilaron, junto con otras nueve personas, entre ellas el jefe de Falange de la provincia, el 13 de septiembre. El cadáver lo arrastraron por las calles y lo prendieron fuego, según leí en un diario inglés.
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En esas semanas yo pensé que tenía algo que hacer ; encargué un papel de cartas y un sello de goma con lo que yo llamaba BRIGADAS JUVENILES DE AUXILIO Y EVACUACIÓN, e hice unos carnés que distribuí a mis amigos que estaban escondidos en sus casas sin atreverse a salir y con esos documentos pasaron la guerra. Había un desconcierto total y nadie sabía exactamente qué decir o hacer, Yo recibí una carta de mi amigo Ángel Viñas desde el penal de Chinchilla, contándome que estaba condenado a muerte. Con esa carta fui a ver al peruano Ricardo Cornejo que era el presidente de la FUHA (Federación Universitaria Hispano Americana) , quien inmediatamente mandó una nota a Chinchilla y al día siguiente pusieron en libertad a Ángel Viñas.
La FUHA (Federación Universitaria Hispano Americana) había nacido en los primeros años de los veinte y estaba compuesta por jóvenes iberoamericanos de la clase media alta que disponían de medios económicos para venir a realizar o continuar sus estudios en España y atraídos por las corrientes ideológicas de Bakunin, Trostky, Lenin, la socialdemocracia alemana y la posibilidad de seguir cursos o escuchar las conferencias de los grandes maestros españoles, Unamuno, Ortega y los escritores de la generación del 98 y la del 29.. También la integraban y eran muy activos estudiantes apristas, comunistas y de otros grupos de izquierdas, que llegaban huyendo de la persecución de que eran objeto en sus paísesde origen, sometidos a ferreas dictadura , Bolivia, Peru, Venezuela y Cuba . En la década de los 20 y 30 la FUHA fue uno de las mas importantes instituciones que reforzaron los vínculos culturales y sociales entre España y sus antiguas posesiones americanas, corriente iniciada a fines del siglo XIX y que después de la guerra civil continuo el Instituto de Cultura Hispánica y entidades juveniles como la Asociación Cultural Iberoamericana. La FUHA inicio sus actividades en el Ateneo y las continuó luego en el Palacio del Marqués de Pedrales, un edificio de la calle de la Magdalena, cedido por el gobierno. en la calle de la Magdalena. Muchos de los estudiantes izquierdistas, entre ellos el peruano Ricardo Cornejo, antes mencionado, integraron las filas de una Brigada Mixta que entró en combate cuando las tropas de Franco llegaron a la Ciudad Universitaria. Lo hizo junto con las primeras con las primeras unidades de las Brigadas Internacionales.
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Todos en casa vivíamos con miedo. Cada día llegaban noticias que nos sobresaltaba y angustiaban mas.. Mi padre entró en una depresión grande, habían matado a algunos amigos suyos precisamente por eso, porque eran amigo suyos. Le ayudó a salir de esa depresión un gran amigo belga que se llamaba Emilio Drapier ingeniero, que había construido el ferrocarril de vía estrecha de la Marina, de Alicante a Denia y que venía todos los días y le traía noticias esperanzadoras, de los que estaban refugiados en las embajadas y de la evolución de la guerra..
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Semanas antes de la sublevación mi padre (Pedro Martínez Orozco) estaba preocupado por la situación política, que se agravaba día a día y pensó en que debíamos irnos a a la Argentina, donde él había vivido una decena de años, cuando era soltero y tenía un hermano. Regresó a España en 1916 para casarse con la idea de volver, pero mi madre tuvo miedo. Era los años cruciales de la I Guerra Mundial y los submarinos alemanes parecían dominar en el Atlántico. Es por ello que yo nací en Madrid .y no en Buenos Aires. Pero el sueño argentino siguió durante años y por eso a principios de junio de 1936, visto el clima de violencia reinante reservó un pasaje en un barco que debía zarpar de Barcelona el 24 de julio de 1936. El iría en primer lugar y luego nos llamaría al resto de la familia. Pero calculó mal los tiempos porque el 18 julio se inició la guerra civil, y en el puerto de Barcelona parte del barco en que debía viajar resulto destruido por el fuego.
Así fue que el movimiento que se declaró el 18 de julio nos pilló en Madrid y a mi hermana Fefa en Murcia como dije. Los primeros días la confusión y el terror se instalaron y padre cayó en una tremenda depresión a causa de que a varios amigos suyos les habían” dado el paseo” y sus cuerpos aparecidos junto a las tapias del cementerio del Este.. De esa depresión le sacó un buen amigo, Emilio Drapier, ingeniero belga que había dirigido y construido el ferrocarril de vía estrecha de la marina de Alicante a Denia.
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Estábamos angustiados, aterrorizados, con los nervios a flor de piel, recordando que solo unos quince o veinte días del comienzo de la guerra, yo había ido con mi hermana María Josefa a Lisboa a pasar un fin de semana y estando en Estoril, en una terraza en la mesa de al lado estaba el General Sanjurjo que presuntamente iba a ser el jefe de la insurrección, almorzando con el piloto Ansaldo, que era el que iba a pilotar el vuelo de Sanjurjo para encabezar el golpe militar. Cuando el aparato iba a despegar en Lisboa se produjo el accidente mortal.
Vivíamos en la calle Villanueva esquina Castelló y en las tórridas madrugadas de finales de julio veíamos pasar los camiones con los cadáveres de los asesinados durante la noche.. Había que dejar las ventanas abiertas de las habitaciones que daban a la calle y la luz encendida para controlar el posible paqueo, que eran los tiros que daban los milicianos si creían que había gente escondida en las casas. Los tiros sonaban PAK PAK PAK, todo el mundo lo llamaba paqueo. Para dormir nos amontonábamos en un cuarto de baño muy grande, una habitación interior y en el pasillo.
La rebelión avanzaba y cuando conquistaron Toledo y miles de personas de La Mancha vinieron a Madrid y era preciso darles alojamiento. Nosotros tuvimos a una familia que eran: la mujer de un militar, que nos dijo que su marido estaba escondido en el manicomio de Ciempozuelos. Con ella estaban sus padres, unos ancianos, que llegaron con un jamón y un gran recipiente de miel que al principio se lo reservó para el mismo. Al cabo de unos días la convivencia se abrió en una confianza que hizo que dieran a mi madre los alimentos para que ella los administrara y repartiera..
Empezamos a pensar en irnos a Altea, pueblo de mi padre, y aprovechando el viaje de un camión que se dedicaba al transporte de pescado, salimos los cinco hijos nos fuimos y pasamos la noche en La Roda, de donde era mi amigo Ángel Viñas, a quién entregué , los carnés y el sello de goma e hice responsable de las Brigadas Juveniles de Auxilio y Evacuación, que había inventado como conté anteriormente. Allí pudimos ver como se estaban organizando las Brigadas Internacionales con hombres, muchos veteranos revolucionarios de muchos países.
Al dia siguiente llegamos a Alicante nos alojamos los hermanos en casas de parientes y amigos; mi madre llego una semana después de nosotros, en un camión de pescado, y la semana siguiente días después mi padre. Había adelgazado muchísimo, y se había dejado barba y me costó reconocerlo. Reunida la familia seguimos a Altea, donde pensábamos quedarnos esperando ver cómo evolucionaba el conflicto bélico. El alcalde de Altea, que era socialista, - y lo era gracias a mi padre que le había conseguido el puesto- , se asustó pensando que podrían a buscar a mi padre y detenerlo y nos indicó que sería mejor que nos fuéramos a Valencia, donde estaba el gobierno. Salimos a la noche siguiente y, en Valencia mi padre consiguió que nos dieran el pasaporte mío y de mi madre. Desde allí salía un barco que iba a Orán, todas las semanas. El capitán era de Altea y accedió a llevar a mis hermanos pero no se atrevió conmigo por mi edad que por entonces cumplía los 18 años. En Orán estaba la tía Pepita y más gente de Altea que habían escapado en barcos de pesca.
Mi padre y yo, con los pasaportes en la mano no nos atrevimos a ir al puerto a despedir a la familia porque había controles de la UGT, la FAI y otras milicias, y decidimos seguir viaje a Barcelona. Allí conseguimos reserva para un barco francés, el Imeritie, que iba a Marsella. No dejaban sacar más de cuatro pesetas en plata y mi padre compró un reloj para gastar el dinero que no podía llevar en efectivo.
En el barco, un camarero anamita que se llamaba, Hai, nos consiguió un camarote gracias a que mi padre tenía un talonario de cheques de un banco francés, con el que se solucionaban muchos problemas. Al llegar a Marsella una agencia de equipajes se hizo cargo de nuestras maletas, que eran muy buenas por cierto. Era sábado y mi padre le pidió al director en el hotel dinero para pagar los primeros gastos y empeñó el reloj que había comprado en Barcelona, para tener un primer dinero francés; nos dieron más del doble de lo que había costado.. Poco después yo viajé a Orán a reunirme con mis hermanos y volver a Marsella.
Mi padre recibió de Buenos Aires un dinero que había facilitado don Pedro Piccardo , uno de los grandes industriales de la época, dueño de las grandes tabaqueras Nobleza, los cigarrillos 43 y otras marcas, con el que había trabajado en los diez años pasados en Argentina. y mantenía una buena relación amistosa desde entonces Ya más tranquilos en el aspecto económico se al quiló un apartamento en la calle Fargés de Marsella, pensando que la guerra iba para largo y no sabíamos cómo terminaría. Mi padre creó la editorial Mulot y puso en marcha lo que se llamó “Bibliotecas Circulantes Sistema Orozco”, (su apellido materno) de la que se llegaron a imprimir unos cuantos ejemplares de muestra. También constituyó otra sociedad con un notario importante (en Francia la gente de dinero lo invierte confiando en sus notarios).tratando de crear algo similar a las tarjetas de crédito actuales. Era un innovador
A Marsella cada llegaba regularmente el torpedero argentino “Tucumán”, con refugiados bajo protección diplomática que desde trasladaban a Francia a la gente que pasaportes de salida y a muchos otros que no los tenían y subían a bordo disfrazados de marineros del barco. Desde noviembre de 1936 hizo doce viajes llevando a 1250 exiliados. Había sustituido al crucero argentino “25 de mayo” que entre agosto y noviembre llevo a Francia a 250 personas. Mi padre visitó varias veces el torpedero donde fue recibido por capitán, Mario Casari, que lo invitaba a café Recuerdo que en una de esas veces, cuando estaba esperando mi padre le dijo al camarero: “un buen café, café de capitán”, y él marinero le contestó,” el mejor café es el café del cocinero”.
Pasados unos meses recibimos siete pasajes para ir a Buenos Aires, que nos mandó el empresario Pedro Piccardo y nos fuimos a Niza para embarcar en el trasatlántico italiano Conte Grande lo que hicimos el 24 de junio de 1937. Habíamos pasado algo mas de siete meses en Marsella. Al cabo de catorce días llegamos a la República Argentina”.
Fin del primer episodio , como llama mi amigo Pedro Martínez Seiquer a la autobiografía que está escribiendo. En Argentina vivió allí ocho años. Los mejores de su juventud.
Armando Rubén Puente.